La entrevista personal es, para muchos opositores, la prueba más imprevisible del proceso para ingresar en la Policía Nacional. A diferencia del examen teórico o las físicas, no existe un temario cerrado ni una marca que alcanzar: el tribunal evalúa algo tan complejo como la idoneidad global del candidato para la función policial.
En Ofipol sabemos que esta fase se puede preparar —y se debe preparar— con método, rigor y autoconocimiento. Y si hay una persona que lleva años demostrando que esto es así, es Beatriz Salvador, psicóloga y referente nacional en la preparación de entrevistas para oposiciones a Policía Nacional. Una profesional con un porcentaje de aprobados extraordinariamente alto y miles de alumnos que avalan que sí, que la entrevista se puede entrenar… pero solo si se hace bien.
En esta entrada te explicamos qué evalúa la entrevista, cómo trabaja un tribunal, cuáles son los errores más frecuentes, y cómo se prepara desde dentro con el Método Ofipol, enriquecido con la experiencia directa de Bea.
¿Qué evalúa realmente la entrevista? Seis ítems que lo deciden todo
El tribunal valora seis grandes áreas del perfil del aspirante:
- Socialización
- Comunicación
- Orientación hacia las metas
- Cualidades profesionales
- Rasgos de personalidad
- Rasgos clínicos
Puede que sean solo seis ítems, pero abarcan prácticamente toda la vida de una persona.” Y es ahí donde muchos se pierden: la dificultad no está solo en lo que cuentas, sino en cómo lo cuentas, por qué lo cuentas y qué transmite tu manera de hacerlo” nos aclara nuestra experta.
La entrevista se califica como apto o no apto, y el tribunal busca algo muy concreto: comprobar que el candidato encaja en el perfil policial desde una perspectiva responsable, madura, realista y coherente.
Cómo trabaja el tribunal: todo cuenta desde que sales a recoger la documentación
Uno de los aspectos más desconocidos —y que más sorprende a los nuevos opositores— es la duración real de la evaluación. Bea insiste mucho en esto: “La evaluación empieza desde que sales a recoger la documentación y termina cuando se cierra la puerta.”
La templanza, por tanto, no es solo durante la entrevista: es antes, durante y después. Y, como añade Bea, mantenerla exige algo más profundo que autocontrol:
“La templanza se mantiene si tienes clara tu vida y cómo explicar tus decisiones y tus errores desde la responsabilidad, no desde la excusa.”
El método Ofipol: cómo se prepara una entrevista… de verdad
La preparación de Ofipol reproduce la experiencia del tribunal con la mayor fidelidad posible. No se improvisa: cada entrevista simulada parte de una entrevista prediseñada para cada candidato. Según explica Bea, esta simulación se construye en base a los rasgos de personalidad que infieren en su biodata, su trayectoria académico-profesional, sus decisiones vitales, su vida laboral y su Curriculum Vitae.
El entrenamiento se realiza en un entorno similar al del tribunal e incluye:
- role-playing completo,
- grabación de entrevista y feedback,
- análisis exhaustivo de comunicación verbal y no verbal,
- y asistencia del candidato con la misma vestimenta que se usará el día oficial.
Pero, ¿cuál es el secreto para que aspirantes con entrevistas suspensas consigan aprobar con Ofipol? Bea lo explica así: “Creo que es importante la sinceridad en el feedback, “sin paños calientes” el evidenciar los errores y orientar, no ocultarlos, sino transmitirlos de manera responsable, sincera y en base a nuestro proceso de socialización, para darle objetividad.”
Los errores más frecuentes que llevan a un “no apto”
Entre los fallos que se repiten año tras año, Bea destaca dos especialmente determinantes. El primero es la alta deseabilidad social: ese intento de presentar una versión edulcorada y perfecta de uno mismo. Para el tribunal, este tipo de discurso resulta artificial y fácilmente detectable, y acaba generando más desconfianza que seguridad.
El segundo gran error es no comunicar con claridad. Algunos opositores ofrecen respuestas largas, llenas de rodeos o imprecisiones, que no solo dificultan la comprensión, sino que además abren la puerta a que el tribunal profundice en aspectos que debilitan el perfil del candidato. Bea lo describe con una imagen muy precisa: hay quienes “terminan metiéndose en jardines que el tribunal puede aprovechar para desestabilizarlos”.
Cómo defender tu perfil policial: socialización, comunicación y metas profesionales
En las últimas convocatorias se evalúa sobre 6, no sobre 60, y Bea recalca dos claves a seguir:
- Socialización. “Explicar tu vida, decisiones y equivocaciones de la forma más objetiva posible, de modo que quien te escuche entienda que cualquier persona en tus circunstancias hubiera actuado de forma similar.”
- Comunicación. No es un don innato, sino una seguridad que se construye.
“Se forja trabajando la confianza en uno mismo, en su perfil y en su potencial.”
El tribunal quiere aspirantes que hayan investigado, reflexionado y tomado una decisión realista sobre su futuro. Por eso Bea insiste en tres aspectos:
- Tener una visión realista del CNP.
- Demostrar interés y conocimiento del cuerpo.
- Saber explicar preferencias de destinos y los motivos, así como la proyección dentro de la Policía.
Y ante supuestos prácticos: “Resolver desde el sentido común y como ciudadanos, que es lo que son, pensando cómo esperaría la gente que actuase un agente de policía.”
Sin embargo, construir un buen perfil no consiste solo en reforzar los puntos positivos, sino también en evitar transmitir aquello que el tribunal sí penaliza. Según Bea, hay rasgos que levantan dudas desde el primer minuto, como la alta deseabilidad social, la prepotencia, la discriminación, la deshonestidad, la falta de responsabilidad o la falta de sinceridad. Todos ellos son indicadores de riesgo claro para un “no apto”, porque comprometen la capacidad del opositor para actuar con integridad, prudencia y madurez en el ejercicio de la función policial.
Preguntas típicas del tribunal (y cómo enfocarlas)
Aunque cada entrevista es diferente, existen preguntas que aparecen año tras año. Estas son algunas de las más habituales:
- “¿Está nervioso?”
- “Háblenos de usted, cómo ha sido su vida en estos años”
- “¿Por qué quiere ser policía?”
- “¿Qué piensa su familia o pareja de que quiera ser policía?”
- “¿Qué significa para usted llevar el uniforme?”
- “¿Por qué quiere ser policía nacional y no optar por otra profesión de servicio público?”
Ante la eterna pregunta sobre la motivación por la que quieres ser Policía Nacional, Bea recomienda una respuesta sencilla y sólida: «Para defender los derechos y libertades de los ciudadanos.» Y cuando el tribunal formula cuestiones más complejas, como supuestos prácticos relacionados con conflictos entre compañeros o el uso de la fuerza en manifestaciones, resulta esencial responder desde la empatía y la legalidad. Es un enfoque que trabajamos en profundidad en el Curso Intensivo de Entrevistas, tanto en la modalidad presencial como online, y que permite demostrar criterio, madurez y alineación con los valores del Cuerpo.
Una de las preguntas que más preocupa a muchos opositores es el tema de los tatuajes. Sin embargo, los tatuajes no son excluyentes, aunque sí interesa su significado y la reflexión del opositor sobre el momento en que se los hizo. Es posible que el tribunal quiera recalcar que en algunos puestos, llevar tatuajes puede ser peligroso porque facilitaría que te pudieran identificar fuera de servicio. Ante eso, puedes alegar que si se percibe esa situación se llevará tapado con ropa, maquillaje o mallas.
Y en cuanto a preguntas sobre la relación con la familia, un tema que muchos candidatos consideran sensible, Bea tranquiliza: “Si un psicólogo quiere profundizar, no lo hará de forma directa, pero no suele ser objeto principal de análisis.”
Consejos esenciales de Bea para afrontar la entrevista
Bea sintetiza cinco principios fundamentales con los que puedes ir a la entrevista con más garantías:
- Autoconocimiento
- Relevancia: centrarte en contar solo lo que aporta al perfil policial
- Sinceridad
- Responsabilidad, entendida como conocer y asumir las consecuencias de un acto realizado libremente.
- Demostrar interés realista por el CNP
Estos pilares son la base del método de Ofipol y explican por qué tantos opositores pasan por sus manos antes del tribunal. Pero, además de lo que conviene transmitir, también es importante evitar aquello que puede perjudicar gravemente la entrevista. Bea lo deja claro: la peor respuesta es “no sé”. A ello se suman las mentiras —especialmente si el tribunal puede detectarlas— y las respuestas que proyectan prepotencia o falta de integridad, todas ellas factores que pueden inclinar la balanza hacia un “no apto”.
El sentido final de la entrevista: mostrar quién eres y cómo encajas en el Cuerpo
La entrevista de Policía Nacional no busca detectar fallos ocultos ni juzgar la vida del aspirante. Busca evaluar si esa persona está preparada para asumir la responsabilidad de servir y proteger.
Y, como demuestra la experiencia de Bea y el método de Ofipol, prepararla no significa fingir, sino comprenderte, asumir tu historia y saber transmitirla con madurez, claridad y profesionalidad.
Con autoconocimiento, entrenamiento y un feedback honesto, la entrevista deja de ser un salto al vacío para convertirse en una oportunidad: la de demostrar que eres la persona adecuada para vestir el uniforme.
